26/3/12

Resultados de las elecciones en Asturias 2012


El PSOE gobernará en Asturias pero debe aprovechar la oportunidad con la vocación de reconstruir una alternativa progresista y otra forma de gobernanza, incluso más allá de sus propias fronteras geográficas y puede que ideológicas.

A riesgo de vender la piel del oso antes de tiempo, es muy probable que el voto exterior decante un escaño más para el PSOE y confirme así un empate con la derecha pura y la más pura. En esas condiciones gobernará pactando con IU y UPyD, probablemente con apoyos puntuales del PP que querrá fastidiar a Cascos para no desaparecer en Asturias. A Asturias le sentará bien un gobierno de estas características: El PSOE aportará seriedad, trayectoria y programa, IU mantendrá una esencia de izquierdas, UPyD viene a meter algo de frescura y el PP estará entretenido tratando de sobrevivir (e incluso puede que abra todavía más espacios en Oviedo, un municipio clave, a los  movimientos ciudadanos emergentes debido a los buenos resultados del PSOE aquí).

Los pactos son complejos pero este tiempo es interesante si se logra articular un buen programa de gobierno. El PSOE puede despertar de ese sueño de elefante dormido, que da seguridad pero que resulta muchas veces poco imaginativo e ilusionante, y afrontar otro tipo de modelo de gobernanza: Abierta y ágil en la relación con la ciudadanía, más técnica en los mandos intermedios de gestión pero mucho más política en el primer nivel y más austera en lo superfluo (sueldos austeros, menos cargos, tele pública sí fórmula 1 no, nueva estructura de la administración más eficaz...). No creo que en este sentido le pongan pega sus dos posibles socios. Lo importante ya no es mantener el Sistema del Bienestar. Lo importante es modernizarlo tanto que se convierta en el ejemplo innovador para toda política progresista. No es resistencia, es futuro. Ahí está la vocación de traspasar fronteras. Ser referente para que hablen de Asturias fuera y ser referente para que hablen de políticas progresistas interesantes. Esto lo tiene que entender sobre todo IU, esa esencia de izquierda no puede serlo para conservar privilegios o modelos clásicos... Hay que reinventar muchas políticas para que tengan futuro y puedan convertirse en soluciones a los problemas reales y cotidianos que tiene la gente. El primer problema es el alto índice de paro y la poca capacidad de los gobiernos para animar a que se genere empleo. La nueva situación política puede ayudar si el PP, el reflejo ideológico más cercano al sector empresarial, asume o plantea escenarios razonables y de consenso para la creación de empleo estable y digno, al mismo tiempo que las empresas se comprometen a innovar para adaptarse a los nuevos tiempos. También es el momento de la sociedad civil, la vitalidad de las organizaciones ciudadanas en Asturias está por los suelos, el nuevo gobierno tiene que ser capaz de alentar movimientos ciudadanos capaces de colaborar con la Administración y desarrollar trabajo voluntario o expresar crítica constructiva cuando la situación lo requiera.

Los resultados electorales también confirman otra cosa importante, el PSOE puede crecer desde dentro sin fichajes estrella y con pocos medios de campaña, siempre que el planteamiento estratégico sea bueno y se escojan a las personas más adecuadas. Y por eso, ante un escenario complejo de gobierno, el PSOE no puede operar solo desde la perspectiva de un partido unido o de una trayectoria histórica de valores y estabilidad. Javier Fernández lideró una regeneración en la última candidatura combinando mucha gente joven y capaz con personas razonables de dilatada trayectoria. Incluso en malas circunstancias de participación electoral muy baja, esta línea consigue muy buenos resultados por lo que tiene sentido extenderla hacia procesos de renovación en la dirección regional del PSOE y en las agrupaciones locales. No solo como un cambio de personas, también de políticas. Por eso, no es el momento de adular un liderazgo ganador de unas elecciones o el trabajo intenso de un partido, es el momento de plantear qué línea puede consolidar ese liderazgo y fortalecer ese partido. El trabajo duro para el PSOE no ha hecho más que empezar. El PSOE tiene ya (y puede tener más) herramientas para empezar a actualizar su forma de hacer política (recogidas en sus Estatutos internos y resoluciones congresuales) porque no hay ninguna manera de gobernar de forma más abierta, innovadora, eficiente y progresista si el principal partido que quiere gobernar así no avanza para ser también más abierto, innovador, eficiente y progresista. Lo uno va sujeto a lo otro y para todo hace falta generosidad y valentía.

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